TELESCOPIO IMPLANTABLE PARA LADEGENERACIÓN MACULAR ASOCIADO A EDADUn delgado vidrio telescópico del tamaño de un guisante ha sido implantado en uno de los ojos de personas con “degeneración macular asociada a edad avanzada”, logrando que recuperen la capacidad de realizar tareas como leer o ver la televisión o el cine, que mejoran notablemente su calidad de vida. La “degeneración macular asociada a edad avanzada” es una patología degenerativa, y en consecuencia irreversible, que da lugar a una pérdida de visión central (macular) que limita la visión de ambos ojos, y que se manifiesta fundamentalmente en personas provectas. Según Allen W. Hill, responsable ejecutivo de VisionCare Ophtalmic Technologies, en Saratoga, California, Estados Unidos, fabricante del implante, la técnica quirúrgica ambulatoria consiste en la implantación en un solo ojo de un mini-telescopio que sustituye a la lente fisiológica. Se consigue así ampliar las imágenes de la retina, permitiendo que las células sanas suplan la función de las células de la mácula (área central de la fóvea) que no son funcionales. Este dispositivo ya está autorizado en Europa. En Estados Unidos, un Comité Asesor ha recomendado de manera unánime su autorización a la FDA (Food and Drug Administration). La implantación del telescopio ocular representa una gran promesa para muchos pacientes, la mayoría ancianos, que padecen “degeneración macular” en estadios avanzados. El dispositivo no cura la enfermedad, pero mejora la agudeza visual. Por ejemplo, una persona afectada cuando mira un rostro solo puede percibir el contorno. Con este dispositivo podría ver los detalles de la cara. Es una mejora espectacular para las personas afectadas por esta patología (véase imagen). El telescopio se implanta en un ojo para llevar a cabo tareas como la lectura o el reconocimiento facial. El otro ojo se usa para la visión periférica, necesaria para actividades como caminar. Esto es, un ojo (con el telescopio implantado) se usará para la visión central, mientras el otro ojo se mantendrá para la visión periférica, que no se afecta por la degeneración macular asociado a edad avanzada. Una vez realizada la implantación, el paciente debe recibir terapia para habituarse a su nueva situación ocular, en la que debe usar un ojo para la visión central y el otro para la visión periférica. Los resultados a medio plazo son, no obstante, excelentes. Esta técnica no es aplicable de manera general a todos los pacientes con degeneración macular; solo uno de cada cinco son candidatos a la intervención, según estimaciones del Dr. Henry L. Hudson, oftalmólogo de Tucson, Arizona, autor de los dos trabajos donde se da cuenta de esta técnica. Se desconocen los costes asociados con esta nueva técnica; así como el grado de cobertura que asumirán los sistemas sanitarios y las compañías aseguradoras. Hay que tener en cuenta que otros sistemas protésicos más rudimentarios (pequeños telescopios montados sobre gafas) no son cubiertos por los sistemas de salud. Los fabricantes de gafas adaptadas (sistemas telescópicos montados sobre las propias lentes) recelan de esta nueva técnica. Por ejemplo, el Dr. Bruce P. Rosenthal, responsable de Lighthouse International, empresa neoyorquina dedicada a los programas de baja visión, que fabrica las gafas adaptadas con sistemas telescópicos, declaró que son necesarios estudios más extensos para comparar los beneficios de las dos aproximaciones terapéuticas, antes de establecer criterios definidos. Cualquier intervención oftalmológica conlleva riesgos, aun cuando éstos se consideren mínimos. Por ejemplo, la cirugía de cataratas lleva asociada un riesgo de pérdida de visión, bien es verdad que muy infrecuentemente. No obstante los inconvenientes mencionados, la técnica hace factible que personas consideradas legalmente ciegas puedan ser capaces de leer, caminar y realizar multitud de otras actividades de manera autónoma. Zaragoza, a 21 de junio de 2012 Dr. José Manuel López Tricas Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria Zaragoza |
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