VACUNA CONTRA LA VARICELA Como se comenta en la edición online de Heraldo de Aragón del martes, 11 de febrero, existe malestar e incomprensión por la imposibilidad de conseguir la vacuna contra la varicela (Varivax®) en Aragón, y en casi el resto de España, a excepción de Navarra, Ceuta y Melilla, y, hasta no hace mucho, en la Comunidad de Madrid. A todas luces, es un sinsentido. Y lo es por dos razones, una de tipo logístico; y científica la otra. En el aspecto logístico no es necesario insistir por su obviedad: no se comprende que la vacuna esté incluida en el calendario de vacunación en algunos lugares, mientras en el resto ni siquiera se pueda adquirir en las farmacias. No obstante, creemos más importante incidir en las razones científico-sanitarias, que son las que se arguyeron para tomar la decisión de restringir su utilización al ámbito hospitalario. Debe ser conocido que a los profesionales no se dio argumento alguno que justificase tal decisión, situación que es habitual en la mayoría de las resoluciones de las Administraciones (central, autonómica) que condicionan nuestro quehacer profesional en el ámbito de la salud de nuestros conciudadanos. La varicela es una infección causada por el virus de la varicela-zoster, una variante del virus del herpes. Cuando una persona contrae la varicela, padece un cuadro infeccioso del cual, de sólito, se recupera sin secuelas. Pero el virus no se elimina del organismo cuando el paciente se recupera. Antes al contrario, el virus se oculta en las células del tejido nervioso, pudiendo reactivarse en la edad adulta en forma de un cuadro clínico dermatológico muy doloroso. La vacuna fue desarrollada por un científico japonés, Michiaki Takahashi, fallecido muy recientemente, el 16 de diciembre de 2013, a los 85 años de edad. Tras haber trabajado en la investigación de vacunas contra el sarampión y la poliomielitis, se centró en el estudio de la varicela. Y en ello tuvo que ver una amarga experiencia personal durante su estancia post-doctoral iniciada en 1964 en el Baylor Medical College, en Houston, Texas, Estados Unidos, que relató durante una entrevista al periódico The Financial Times. Describía así su experiencia: mi hijo desarrolló una erupción cutánea que rápidamente se extendió al resto del cuerpo. Los síntomas progresaron de modo vertiginoso y la situación se tornó muy grave. La fiebre aumentó de modo extraordinario, y comenzó a respirar con dificultad. Se hallaba en una situación terrible. Mi esposa y yo lo vigilábamos con estupor día y noche. No podíamos dormir. Parecía tan enfermo que recuerdo la amarga experiencia como si la estuviese reviviendo. La experiencia de Michiaki Takahashi fue el acicate que le condujo al desarrollo de una vacuna contra la varicela durante el lustro siguiente. A partir del año 1972, Japón y otros países iniciaron extensos programas de vacunación contra la varicela. En Estados Unidos, la vacuna no se autorizó hasta el año 1995. En un principio se administraba una única dosis, pero la protección lograda no era completa. Hoy día el protocolo de administración incluye una primera dosis cuando los niños tienen entre 12 y 15 meses; y una segunda dosis a una edad entre los 4 y 6 años. La experiencia ha demostrado que una pequeña proporción de los niños a quienes se les administraba una única dosis contraían la varicela, bien es verdad que con una sintomatología moderada; pero tras la administración de una segunda dosis, no se notificaba ningún nuevo caso. La protección era total. Entre la población no vacunada, prácticamente el 100% de los adultos son portadores de virus varicela-zoster. Este porcentaje se reduce a cifras exiguas cuando la vacuna anti-varicela se incluye en los programas de vacunación. Y, lo más importante, se reduce el número de hospitalizaciones, y la mortalidad asociada. En España, la exclusión de los programas de vacunación en la mayoría de las autonomías y, aun peor, la imposibilidad de llevar a cabo la vacunación al no poder las adquirir la vacuna (Varivax®) por parte de las farmacias, es un ejemplo más del desbarajuste de la gestión autonómica de los recursos sanitarios. Es absolutamente necesario que la regulación sea sensata y fundamentada en criterios de Salud Pública. Zaragoza, a 11 de febrero de 2014 Dr. José Manuel López Tricas Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria Farmacia Las Fuentes Florentino Ballesteros, 11-13 50002 Zaragoza Teléfono: 976414025 |
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