ELECTROSHOCK 1940 El 6 de julio de 1940 se publicó en prensa divulgativa (The New York Times) un artículo sobre un nuevo método para tratar enfermedades mentales mediante la descarga de corrientes eléctricas en el cerebro. Como habrán deducido se trata del electroshock, denominada técnicamente «terapia electro-convulsiva». El dispositivo que hacía posible estas descargas eléctricas fue diseñado por Ugo Cerletti (1877-1963) cuando era profesor de la Clínica Universitaria de Roma, Italia. Ugo Cerletti formó parte de la élite de la neurología y neuropsiquiatría de su tiempo, junto a Emil Kraepelin [1](considerado el padre de la psiquiatría moderna), Alöis Alzheimer (su apellido es patronímico de la forma más común de demencia), Franz Nissl (cuyos estudios histológicos sobre el tejido nervioso fueron reconocidos con los corpúsculos que lleva su nombre). En el año 1924 Ugo Cerletti fue nombrado profesor de Neuropsiquiatría en Bari; y cuatro años después, en 1928, titular de la cátedra Enrico Morselli, en la universidad de Génova. A partir de 1935 ocupó la dirección del Departamento de Enfermedades Mentales y Neurología de la universidad de Roma, donde desarrolló la técnica de la «terapia electro-convulsiva» que le otorgó fama mundial. Tras realizar experimentos en animales comprobó que las convulsiones producidas por descargas eléctricas podían ser controlables y predecibles. La inducción de anestesia en cerdos mediante descargas eléctricas en el matadero de Roma le indujo a ensayarlo en pacientes psiquiátricos profundamente agitados. Hasta entonces, las convulsiones se desencadenaban con la administración de cardiazol[2] o induciendo el coma insulínico. Esta práctica halló su respaldo tras la concesión del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1927 al austríaco Julius Wagner von Jauregg, la única vez que un psiquiatra ha sido galardonado con un Premio Nobel[3]. Julius Wagner von Jauregg inducía convulsiones febriles infectando deliberadamente a sus pacientes con el parásito de la malaria, una técnica que dio en llamarse «malarioterapia». Esta práctica se sostuvo en el marco conceptual desarrollado por Ladislas von Meduna, que consideraba la epilepsia y la esquizofrenia enfermedades antagónicas. En el desarrollo de la «terapia electro-convulsiva» es preciso mencionar a Lucio Bini, estrecho colaborador de Ugo Cerletti. Durante su vida científica Ugo Cerletti publicó 113 trabajos acerca de la patología de las placas seniles en la enfermedad de alzhéimer, estructura de la neuroglia, barrera hemática-raquídea, sintomatología neurológica de la sífilis, y otros. En el año 1950, a los 73 años de edad, fue nombrado profesor honorario de la universidad de La Sorbona, París. La «terapia electro-convulsiva» (popularizada como electroshock) pronto se hizo habitual como un método para el control de los brotes psicóticos en pacientes esquizofrénicos; pero también para las crisis maníacas y los estados de profunda depresión. El método permitió dejar de lado prácticas quirúrgicas cruentas como la lobotomía[4], al tiempo que redujo el internamiento de enfermos psiquiátricos en asilos. La «terapia convulsiva» usando sustancias químicas (pentametilentetrazol[5], insulina, incluso alcanfor) era mucho más peligrosa. En este sentido la utilización de descargas eléctricas controladas representó una humanización de los tratamientos. La era de la farmacoterapia psiquiátrica iniciada en la década de 1950 con la introducción de la clorpromacina (primer antipsicótico), las sales de litio (crisis maníacas) y la imipramina (primer antidepresivo) no dio al traste, como muchos supusieron, con la «terapia electro-convulsiva»; ni algunas películas tales como “Alguien voló sobre el nido del cuco”[6]. Este tratamiento continúa usándose en determinadas situaciones, bien es verdad que como último recurso cuando los enfermos son refractarios a las alternativas farmacológicas. [1] Emil Kraepeling estableció una clasificación de las enfermedades psiquiátricas que sirvió de base para la actual DSM (Disease Statistical Mental), de aceptación internacional. [2] Cardiazol (sinonimias: metrozol, pentametilentetrazol). [3] El Premio Nobel de Fisiología o Medicina reconocía “la utilidad terapéutica de la inoculación de malaria en el tratamiento de la demencia paralítica”. [4] La lobotomía fue desarrollada por el portugués Egas Moniz. [5] Pentametilentetrazol. Sinonimias: cardiazol, metrazol. [6] «One Flew Over the Cucook’s Nest» en su título original, dirigida por el checo, nacionalizado norteamericano, Milos Forman. Zaragoza, a 20 de agosto de 2015 Dr. José Manuel López Tricas Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria Farmacia Las Fuentes Florentino Ballesteros, 11-13 50002 Zaragoza |
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