ÓBITO DE ROBERT NEUGEGORN, PARADIGMA DE LOS ABUSOS DE LA PSIQUIATRÍA
Dos fotografías (no datadas) de Robert Neugegorn, con su hermano Jay. Robert Neugegorn se convirtió, sin pretenderlo, en un referente de la mala praxis en el ámbito de la psiquiatría. Su fallecimiento el pasado 25 de octubre (2015) en un hogar de ancianos en Bronx, New York, a los 72 años por «causas naturales», según refiere el parte de defunción, reabre su historia, triste y aleccionadora a un tiempo. A lo largo de su vida, Robert Neugegorn estuvo ingresado más de cien veces en hospitales psiquiátricos. Todo comenzó en 1962, cuando tenía 19 años. Intentó arrojarse de un coche en marcha, contó su hermano Jay[1] en un reciente documental para la televisión. Poco después de aquel altercado, amenazó con estrangular a su padre y violar a su madre. Sus padres, sobrepasados por la situación, consultaron su caso a un especialista. El psiquiatra no consideró que su actuación mereciese atención especial. Sin embargo, tras orinar en la consulta, se le colocó una camisa de fuerza, siendo internado. Allí comenzó una vida estigmatizada por el sufrimiento y, en numerosas ocasiones, el trato vejatorio, del que solo se ha librado con la muerte. La historia de Robert Neugegorn se ha conocido gracias a un documental de la televisión pública norteamericana dirigido por Lawrence R. Hott y Diane Garey, a partir del libro escrito por Jay Neugegorn en 1997. El libro, y su adaptación televisiva, convirtieron a Robert Neugegorn casi en una celebridad en el mundo de la enfermedad mental, un superviviente de erróneas prácticas médicas. Aquel incidente fue el principio de dos décadas de angustia para Robert y su familia. Durante prolongadas temporadas estuvo interno en diversas instituciones, como Creedmoor Psychiatric Center, en Queens, y en South Beach Psychiatric Center, en State Island, ambas en el área metropolitana de New York. Refirió haber sido maltratado en ambas instituciones, golpeado y medicado a la fuerza, sin recibir apenas atención médica, mantenido durante semanas en aislamiento, bajo el eufemismo de «estimulación reducida». Y todo ello sin haber recibido jamás un diagnóstico. Fue una verdadera víctima de la improvisación, casi un sujeto de experimentación. En el libro escrito por su hermano, Jay, se dice :…Robert fue considerado esquizofrénico cuando dosis elevadas de Toracina y Stelazina lograban calmarlo; se le catalogaba de enfermo maníaco depresivo («bipolar») cuando la administración de sales de litio parecían mostrarse efectivas; y se le consideraba depresivo con síntomas psicóticos cuando Tegretol o Depakine (anti-convulsionantes) lograban calmarlo. Robert Neugegorn llegó incluso a ser tratado con terapias obsoletas, tales como el «coma inducido por sobredosis de insulina», la «terapia marxista»[2] o el «tratamiento con gas» (óxido nitroso para el tratamiento de la depresión endógena). A los cócteles farmacológicos se añadían otros medicamentos con los que se trataba de contrarrestar la yatrogenia de aquellos potentes fármacos. Robert Gary Neugegorn nació en Brooklyn, New York en abril de 1947. Su padre, David, trabajaba con poco éxito en un negocio de papelería. Su madre, de soltera Anne Nassofer, era enfermera. Fue un matrimonio tormentoso. Al cabo de varios años de sobrellevar los problemas médicos con su hijo Robert, ella abandonó su familia, visitando a su hijo muy esporádicamente, a intervalos cada vez más espaciados. El padre murió a mediados de la década de 1970. Durante más de cuatro décadas, hasta su muerte solo su hermano Jay se ocupó de él. Robert estudió en el Erasmus Hall High School, en Brooklyn, donde fue compañero de un personaje genial del ajedrez, Bobby Fischer. Se graduó en Forest Hill High School, en Queens. Durante dos años estuvo en el City College, donde quiso ser director de cine. Su hermano, Jay, autor de varios libros, se planteó escribir acerca de lo que consideraba una verdadera agonía de su hermano. Fue difícil. Este texto, profundamente emocional, le llevó casi 20 años. El libro llamó la atención del Dr. Alvin Pam, a la sazón director del departamento de psiquiatría del Bronx Psychiatric Center. A pesar de que se consideraba que Robert debería vivir ingresado en el hospital, pasó casi una década en una residencia supervisada, con breves internamientos. A pesar de su estado, colaboró la realización del documental; e incluso logró un trabajo remunerado a tiempo parcial. Sin embargo, hacia el final de su vida, sus problemas mentales se agravaron. Terminó su vida internado en un asilo. Murió, como vivió, sufriendo, sin haber recibido jamás un diagnóstico. Este hecho lamentable se trasladó a su propia muerte. En su parte de defunción se escribe que falleció por «causas naturales». [1] Jay es un diminutivo de diversos nombres que inician con la letra J. [2] La denominada «terapia marxista», más conocida como anti-psiquiatría o «curación de perversiones morales» surgió en el ámbito de los países socialistas, inicialmente como rechazo a tratamientos muy agresivos, tales como la inducción del coma a través de la administración de dosis altas de insulina o sustancias como el cardiazol (pentametilentetrazol), o la «malarioterapia» (infección por malaria deliberada), con el argumento de que los picos febriles calman a enfermos muy agitados). Otros tratamientos como la lobotomía (leucotomía) facilitaron el surgimiento de escuelas de pensamiento muy críticas con estas prácticas. La terapia electroconvulsiva (electroshock) no ha sido totalmente desechada, si bien su empleo es muy esporádico. Zaragoza, a 13 de noviembre de 2015 Dr. José Manuel López Tricas Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria Farmacia Las Fuentes Florentino Ballesteros, 11-13 50002 Zaragoza |
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