Anticuerpo monoclonal anti-LINGO-1, potencial medicamento contra la esclerosis múltiple

ANTICUERPO ANTI-LINGO-1, POTENCIAL FÁRMACO CONTRA LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE

Corte de tejido nervioso donde se aprecian las vainas de mielina (color verde) rodeando los axones.

Un anticuerpo monoclonal, anti-LINGO-1[1] (BIIB033), parece estimular el recrecimiento de la envoltura de mielina, la cobertura grasa en rodea algunos axones del sistema nervioso central y periférico. La pérdida de la vaina de mielina es la alteración bioquímica que subyace en la esclerosis múltiple. El anticuerpo monoclonal anti-LINGO-1 logra este efecto bloqueando la actividad de una proteína fisiológica (LINGO-1) sintetizada y segregada por los oligodendrocitos[2]

Este anticuerpo monoclonal (anti-LOGIN-1) ha sido desarrollado por Biogen, una empresa de biotecnología asentada en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos. Los resultados de un estudio clínico dado a conocer recientemente pueden abrir la esperanza de un tratamiento que no solo frene la progresión de la enfermedad, sino que consiga revertir el proceso de destrucción autoinmune de la mielina.

Aunque esta línea de investigación es muy excitante, las expectativas se atemperan por obstáculos de tipo práctico, tal como la imposibilidad de medir de modo sencilla la remielinización de las neuronas humanas en cerebros activos.

 

La vaina de mielina crea una capa lipídica que aísla los axones, solo interrumpida en los denominados nódulos de Ranvier, donde se produce la despolarización de la membrana con su consiguiente intercambio iónico (intrusión de Na+, extrusión de K+), comportándose el resto del axón (con mielina) como un cable eléctrico. Las señales nerviosas, al no precisar una onda continua de despolarización[3], se transmiten más rápidamente en los axones con envoltura de mielina. En pacientes con esclerosis múltiple, las propias células T del sistema inmune destruyen la capa de mielina, deteriorando la transmisión de señales lo que da lugar a la apoptosis de la propia  neurona. Las consecuencias clínicas son múltiples, siendo una de las más habituales la pérdida del tono muscular con su trasunto de síntomas que se manifiestan como debilidad, pérdida de control de esfínteres y deterioro de la visión, entre otros muchos. En los casos graves, el paciente termina por precisar silla de ruedas para su desplazamiento. En su versión más habitual, la enfermedad cursa con remisiones y recaídas, achacables posiblemente a la capacidad del cerebro de adaptarse a las pérdidas neuronales, al menos durante un tiempo limitado. Sin embargo, la enfermedad es progresiva, incluso con un tratamiento adecuado.

En la actualidad existen más de diez medicamentos para frenar la progresión de la enfermedad al objeto de evitar, o retrasar, las fases de agudización.

El anticuerpo anti-LINGO-1 bloquea la proteína LINGO-1, la cual inhibe la producción de mielina por los oligodendrocitos (un tipo de células de glía) que rodean los axones. La activación de la producción de mielina por el anticuerpo contra la proteína LINGO-1 se ha demostrado en modelos animales y en células humanas en cultivo.

La proteína LINGO-1 no es la única diana farmacológica de las terapias que incrementan la producción de mielina. Accorda Therapeutics, con sede en Ardsley, New York, está llevando a cabo ensayos clínicos con un anticuerpo que se fijan a las células de glía, pero no se conoce su diana específica.

Otros dos medicamentos para patologías dermatológicas están siendo estudiados por su potencial capacidad para reparar la mielina dañada en ratones y células humanas en cultivo.

Uno de los problemas con estos potenciales fármacos inductores de la «remielinización» es que el tiempo de latencia para evaluar los resultados clínicos puede postergarse años.

En una próxima reunión científica de expertos en neurología Biogen comunicará los resultados de un ensayo clínico con el anticuerpo anti-LINGO-1 llevado a cabo sobre 82 pacientes con neuritis óptica, un síndrome asociado a pérdida de visión, relativamente común entre los pacientes con esclerosis múltiple. Los resultados preliminares mostraron el grupo tratado con el anticuerpo no consiguieron una mejoría superior a la observada en el grupo placebo. Sin embargo hubo indicios de que los axones que inervan las células de la retina (conos y bastones) recuperaban su vaina de mielina, hasta en un 41% en relación al grupo placebo durante los ocho meses de seguimiento.

Biogen está llevando a cabo otro estudio experimental para valorar la posible regeneración de la mielina en pacientes con la forma más grave de esclerosis múltiple, aquella en que la enfermedad progresa de manera rápida sin periodos de remisión o estabilización.

A la luz de los conocimientos actuales no se considera que estos posibles medicamentos lleguen a revertir la esclerosis múltiple, pero podrían añadirse a la farmacoterapia con varios productos en distintos estadios de investigación.

[1] LINGO-1 es una proteína con numerosas leucinas en su extremo N-terminal. Es un factor que inhibe la síntesis de mielina por los oligodendrocitos (un tipo de células de glía) del sistema nervioso central. Ejerce su función mediante la activación de una cascada de activación de diversos factores intra-neuronales.

[2] Oligodendrocitos son las células de glía en el sistema nervioso central. Su equivalente en el sistema nervioso periférico se denominan células de Schwann.

[3] La despolarización solo se produce en los nódulos de Ranvier.

Zaragoza, a 30 de abril de 2015

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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Lopeztricas Jose-Manuel,
30 abr 2015, 0:16
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