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Obituario de Lee W. Wattenberg y la quimioprofilaxis

OBITUARIO DE LEE W. WATTENBERG

Lee W. Wattenberg falleció el pasado 9 de diciembre en Minneapolis, Estados Unidos a consecuencia de las complicaciones de la enfermedad de parkinson[1]. Tenía 92 años. Su actividad científica estuvo vinculada a trascendentes hallazgos relacionados con el cáncer y la alimentación.

En el año 1966 publicó un trabajo seminal en la revista Cancer Research en el que hacía un análisis retrospectivo de 36 años acerca de la influencia de algunas sustancias en el desarrollo del cáncer. Este trabajo estableció el marco conceptual que hizo posible comprender el efecto protector que ejercen determinados alimentos frente al cáncer.

Fue presidente de la American Association for Cancer Research durante el bienio 1992-1993.

La opinión de muchos expertos es que dos de cada tres cánceres son evitables. Lee Wattenberg fue pionero de la quimioprofilaxis[2], abriendo paso a importantes proyectos de investigación en la prevención del cáncer.

Lee W. Wattenberg investigó dos categorías de sustancias con capacidad de evitar el desarrollo del cáncer: compuestos sintéticos que contrarrestan la acción inductora del cáncer de sustancias carcinogénicas, y sustancias naturales presentes en alimentos tales como los de la familia botánica de las crucíferas[3] (vg brócoli[4]). 

Lee W. Wattenberg fue profesor en la Universidad de Minnesota durante 60 años. A lo largo de su trayectoria investigadora teorizó acerca de miles de sustancias con capacidad para inhibir carcinógenos, acción que logran mediante la inducción de enzimas que, bien contrarrestan sustancias potencialmente cancerígenas, o bloquean el desarrollo del cáncer en sus estadios iniciales.

Durante una entrevista a The Globe and Mail, en Toronto, Canadá, el Dr. Wattenberg afirmaba, en el ya lejano año 1966, que «el futuro del tratamiento del cáncer estaría en la prevención. Deberíamos desarrollar sustancias que frenasen el insidioso inicio de los procesos cancerosos, previniendo los daños ulteriores». 

Fruto de sus investigaciones, descubrió que el B.H.A. (acrónimo para «Butil-Hidroxi-Anisol», un antioxidante utilizado como aditivo alimenticio, puede bloquear la acción de muchas sustancias carcinogénicas. Halló también que algunos alimentos (repollo, coles de Bruselas, coliflor y brócoli) inhiben el desarrollo de sustancias cancerígenas.

Así mismo, aisló compuestos en el ajo[5] que disminuían a la tercera parte la probabilidad de desarrollar cáncer en animales experimentales a los que se les inyectaba sustancias cancerígenas.

Otros trabajos desentrañaron dos sustancias químicas en el café y el que neutralizan radicales libres, cuya implicación en el desarrollo del cáncer está plenamente establecido.

Lee W. Wattenberg también llevó a cabo trabajos[6] pioneros sobre la administración de fármacos antineoplásicos por inhalación.

En el año 2000, cuando el Dr. Hanspeter Witschi, profesor de toxicología en la Universidad de California, en Davis, describió el hallazgo de nueve sustancias químicas que podían enlentecer el desarrollo de procesos cancerosos, no olvidó mencionar que el Dr. Wattenberg había sentado las bases que hicieron posible el descubrimiento de dos ellas, tras más de tres décadas dedicadas con entusiasmo al área de la quimioprofilaxis anticancerosa.

Muchos de los trabajos experimentales que inhiben el cáncer se habían llevado a cabo exclusivamente en animales debido a los problemas inherentes a la administración a humanos de sustancias cuyos efectos a largo plazo eran desconocidos. No obstante, esta área de investigación ha producido grandes éxitos. Uno de ellos es el tamoxifeno[7], un «bloqueante del receptor de estrógenos» que reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en un 40%. Este guarismo fue resultado de un trabajo prospectivo realizado en Pittsburgh, Estados Unidos, en colaboración con el National Cancer Institute, llevado a cabo en mujeres sanas en quienes se llevó a cabo un análisis prospectivo de la incidencia de cáncer de mama a lo largo de una década. Aun cuando los resultados no dejan lugar a dudas, la administración de tamoxifeno de manera profiláctica a mujeres sanas está sometida a controversia por los efectos adversos del fármaco, entre otros, la mayor incidencia de cáncer de endometrio y el incremento de embolismo.

No siempre es factible frenar un proceso neoplásico en sus inicios. Los inhibidores de las sustancias que se sabe con certidumbre son carcinogénicas pueden ser impredecibles. Sus efectos son un verdadero oxímoron, induciendo o inhibiendo la progresión de un tumor. En este sentido, la sincronización puede ser un factor crítico: el fenobarbital, administrado antes de la sustancia cancerígena impide la progresión del cáncer; pero, si se administra con posterioridad a la sustancia carcinogénica, su acción es contraria, facilitando la progresión del tumor.

Otra importante investigación dirigida por el Dr. Wattenberg condujo a un resultado inesperado: los β-carotenos (abundantes en alimentos como zanahorias a las que otorga su color anaranjado) se suponía contribuían a prevenir el cáncer. Sin embargo, diversos estudios clínicos han encontrado que estas sustancias incrementan la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón. Otro ejemplo: la vitamina E (tocoferol), a la que durante un tiempo se le otorgó la propiedad de disminuir el riesgo de cáncer de próstata, parece, de hecho, incrementar las posibilidades de padecerlo.

En el año 1985 se iniciaron dos ambiciosos estudios clínicos financiados por el National Cancer Institute de USA en el que participaron decenas de miles de personas con factores de riesgo predisponentes a desarrollar cáncer de pulmón (vg fumadores). En uno de los ensayos se valoraba la influencia de la administración diaria de suplementos de α-tocoferol y β-caroteno; mientras en el segundo estudio la dieta se enriquecía con β-caroteno y retinol. Se partía de la hipótesis, “confirmada” por estudios epidemiológicos, según la cual las dietas ricas en β-carotenos disminuían el riesgo de cáncer. Los resultados de ambos estudios fueron sorprendentes: la incidencia (porcentual) de cáncer de pulmón entre fumadores que tomaban suplemento de β-caroteno era mayor que el grupo placebo (dieta no suplementada). No se ha hallado explicación. Los resultados no se pudieron reproducir durante otro estudio prospectivo en el que participaron 22.000 médicos estadounidenses, no pudiendo demostrarse que el β-caroteno tuviese efecto alguno discernible.

Lee Wolff Wattenberg nació en Manhattan, New York un 22 de diciembre de 1921, graduándose en la City College of New York. Su hermano, Albert, un prestigioso físico que colaboró con Enrico Fermi en la liberación controlada de energía nuclear[8], reclutó a su hermano, entonces un joven biólogo, para trabajar en el Proyecto Manhattan[9]. Su trabajo, dentro del proyecto, se centró en estudiar los efectos de la exposición del cuerpo humano a la radiación.

Lee Wolff Wattenberg se graduó en medicina en la Universidad de Minnesota. Durante la Guerra de Corea, trabajó como investigador en el Water Reed General Hospital, en Washington DF. Más adelante se trasladó a la Medical School en la Minnesota University, donde permaneció el resto de su vida académica, publicando más de 150 trabajos, siendo nombrado profesor emérito en el año 2005.

Entre otros reconocimientos, Lee Wolff Wattenberg recibió el A.A.C.R. Award por su «Outstanding Contribution to Cancer Prevention».

Le han sobrevivido su esposa durante 70 años, de soltera Esther Ginsberg, sus hijas Elisabeth y Ann, dos hijos Mark y Binks, ocho nietos y un bisnieto. Sus otros hijos, Richard y Lynn Wolff, fallecieron antes que él.

[1] Enfermedad de parkinson, en honor del médico británico James Parkinson (1755-1824), quien describió los síntomas de la enfermedad que lleva su nombre observando a varios transeúntes en Londres. Reflejó sus observaciones en un libro («An Essay on the Shaking Palsy»).

[2] El concepto de «quimioprofilaxis» fue introducido por Michael B. Sporn en la década de 1950.

[3] Crucíferas: botánicamente familia Brasicaceae (brasicáceas).

[4] Brócoli, pertenece a las denominadas «verduras de invierno». Verdura en un concepto no botánico, sino de horticultura, significando las hortalizas «de hoja» o «tallo tierno».

[5] Ajo: bulbo de Allium sativum.

[6] Realizados en la American Association for Cancer Research.

[7] El tamoxifeno se sintetizó en el año 1966 dentro de una línea de investigación de fármacos anticonceptivos.

[8] Enrico Fermi desarrolló el primer reactor nuclear

[9] Proyecto Manhattan: desarrollo de la primera bomba atómica

Zaragoza, 27 de diciembre de 2014

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Farmacia Las Fuentes

Florentino Ballesteros, 11-13

50002 Zaragoza

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Lopeztricas Jose-Manuel,
27 dic 2014, 4:11
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