ASPIRINA® PUEDE AYUDAR A LA RECUPERACIÓN DEL CÁNCER Un trabajo publicado en The Journal of Clinical Oncology concluye que hombres con cáncer de próstata sometidos a tratamiento que tomaban Aspirina® por razones distintas de su enfermedad neoplásica, tenían unos índices de mortalidad más bajos en relación a los pacientes que no tomaban Aspirina®. Aun cuando el trabajo no ha sido aleatorizado (no ha tenido en cuenta el factor debido al azar), y, por lo tanto, no se ha llevado a cabo siguiendo las estrictas exigencias estadística que permiten limitar al máximo los sesgos tanto de diseño como de valoración de los resultados, las conclusiones confirman un hecho cada vez más conocido: que la Aspirina® juega un papel importante en la prevención y tratamiento de una variedad de procesos cancerosos. Hasta ahora, la mayoría de los estudios sobre el papel beneficioso de la Aspirina® en los procesos neoplásicos se han centrado en el cáncer de colon. En palabras del Dr. Andrew T. Chan, profesor asociado de medicina en Harvard Medical School, que ha estado involucrado en este último estudio, “es una pieza más en la construcción del puzle que sugiere que la Aspirina® parece tener un efecto beneficioso frente a diversos tipos de cáncer”. Hasta ahora, los estudios del Dr. Chan se han centrado en el efecto de la Aspirina® en la prevención del cáncer colorrectal. El estudio ahora publicado (The Journal of Clinical Oncology) se basó en un análisis retrospectivo, para el que usaron una base de datos conocida con el acrónimo CaPSURE (Cancer of the Prostate Strategic Urologic Research Endeavour). Se examinaron las historias clínicas de casi 6.000 hombres con cáncer de próstata localizado que estaban sometidos a tratamiento quirúrgico o radioterápico. De los 5.955 hombres incluidos en el estudio retrospectivo, 2.175 (aproximadamente la tercera parte) recibían tratamiento anticoagulante, prioritariamente con Aspirina®. El grupo de pacientes fue seguido durante una década. La mortalidad del grupo que tomaba Aspirina® fue del 3%, en relación con el 8% de quienes no tomaban el anticoagulante. Todavía más: entre los pacientes tratados con Aspirina®, la recurrencia del tumor primario así como la aparición de metástasis óseas fue significativamente menor en comparación con quienes no tomaban Aspirina®. Este estudio no ha sido el primero que muestra una disminución de la recurrencia en el cáncer de próstata entre los pacientes que toman Aspirina®. Un equipo de investigación de Fox Chase Cancer Center, en Philadelphia, dio a conocer este año (2012) que entre 2.051 pacientes con cáncer de próstata, quienes no estaban siendo tratados con Aspirina® duplicaban la probabilidad de recurrencia del tumor primario al cabo de un año y medio, usando como criterio las puntuaciones de PSA (acrónimo de Prostate-Specific Antigen), un marcador tanto de supervivencia como del desarrollo de metástasis. En el trabajo ahora presentado (The Journal of Clinical Oncology) se ha tenido en cuenta una circunstancia que podría haber llevado a conclusiones sesgadas o erróneas. Se trata del hecho de que la menor incidencia de fallecimiento entre quienes estaban siendo tratados con Aspirina® pudiese deberse a que eran pacientes más ancianos, y falleciesen por causas distintas a la propia enfermedad cancerosa. Llevar a cabo un estudio prospectivo con Aspirina® en pacientes con cáncer de próstata es muy difícil, porque sería preciso realizar un seguimiento de los pacientes durante dos o tres lustros, y la Aspirina® es un fármaco muy barato, por lo que no es fácil hallar financiación para llevar a cabo el estudio. El cáncer de próstata es el más común entre los hombres; y el segundo si se estima el número de muertes que causa. Muchas personas son tratadas con dosis bajas de ácido Acetilsalicílico (Aspirina®) para reducir sus riesgos cardíacos. El medicamento no está exento de efectos adversos, los más comunes, pero no los únicos, son la hemorragia gastrointestinal y el ictus hemorrágico. La mayoría de los médicos son renuentes a prescribir Aspirina® a pacientes sanos. Sin embargo, las consideraciones deontológicas varían cuando los pacientes padecen una grave enfermedad. En estas circunstancias los beneficios sobrepasan claramente los riesgos potenciales. El Dr. Otis Brawley, responsable médico de la American Cancer Society, ha declarado que las propiedades anti-inflamatorias de la Aspirina® pueden estar detrás de sus efectos de prevención, tanto de la enfermedad cardíaca como del cáncer. De esta premisa se infiere que si bien la inflamación no causa el cáncer, si puede promover el crecimiento tumoral. Zaragoza, 31 de agosto de 2012 Dr. José Manuel López Tricas Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria Zaragoza |