ENJUAGUES BUCALES. COLUTORIOS.
Los preparados farmacéuticos para enjuagues
bucales (técnicamente: colutorios) son de tres tipos:
1. Anti-bacterianos: disminuyen
la flora bacteriana de la boca, y, con ello, el riesgo de caries y otras
enfermedades periodontales tales como la gingivitis.
2. Fluorados: Añaden
iones fluoruro que fortalecen el esmalte dental.
3. Re-mineralizantes: corrigen o
retrasan las caries dentales.
Desde un punto de vista cosmético, el usuario
espera obtener una boca fresca, sana, logrando un aliento agradable, esto es,
evitar la halitosis (no siempre causada por un problema bucal o periodontal).
Los colutorios (preparados para enjuagues
bucales) se usaron primero en Estados Unidos a comienzos de la década de 1970
(las ventas en el año 1978 fueron de 269 millones de dólares). Su implantación
en Europa fue posterior. Una diferencia importante es que los preparados farmacéuticos
para enjuagues bucales en Estados Unidos se formulan para ser usados de manera
inmediata, mientras en Europa deben diluirse en agua antes de usarlos.
El efecto global de los enjuagues bucales
es resultado de tres factores:
a) Eliminación
de los detritos por acción mecánica.
b) Reducción de
la carga bacteriana de la cavidad bucal.
c)
Saborizante: muchos ingredientes saborizantes
tienen también propiedades antibacterianas. [La actividad antibacteriana no es
sinónimo de actividad antibiótica; todos los antibióticos son antibacterianos,
pero no a la inversa].
La gingivitis es la
más común de las enfermedades periodontales, que se manifiesta por irritación,
enrojecimiento e inflamación de las encías. En su forma leve puede pasar
desapercibida. Pero es importante detectarla y tratarla de modo adecuada porque
puede dar lugar una forma más grave (periodontitis) con riesgo de pérdida de
dientes.
La causa principal de la gingivitis es la falta de
higiene dental. Es fundamental cepillar los dientes, al menos dos veces al día,
usando un cepillo manual o eléctrico, completando la limpieza realizando
enjuagues bucales con un colutorio. El empleo de seda dental también es recomendable
para retrasar la acumulación de sarro.
Unas encías sanas deben ser firmes y de un color rosa
pálido. Si están engrosadas, oscuras y sangran con facilidad, se debe
considerar la posibilidad de gingivitis. Sin embargo, nunca cursa con dolor,
razón por la cual puede pasar inadvertida en sus estadios iniciales.
Signos clásicos de la gingivitis:
Encías inflamadas
Encías blandas y ligeramente oscurecidas
Encías hundidas
Encías sangrantes, sobre todo durante la higiene
diaria (cepillado dental)
Mal aliento (halitosis)
La única manera de evitar la gingivitis es realizar
una correcta higiene dental y visitar al dentista (odontólogo) al menos una vez
al año.
No hay factores de tipo genético que predispongan a la
gingivitis; cualquier persona puede desarrollarla, apareciendo por primera vez
durante la pubertad y reapareciendo a lo largo de la vida.
Factores que pueden aumentar el riesgo de gingivitis:
·
Escasa higiene dental y bucal.
·
Hábito de fumar.
·
Diabetes.
·
Edad avanzada.
·
Enfermedades que disminuyan la inmunidad (cáncer,
infecciones por VIH, tratamiento con medicamentos inmunosupresores).
·
Infecciones víricas y fúngicas (hongos).
·
Boca seca (xerostomía).
·
Cambios hormonales, tales como los que tienen lugar
durante el embarazo, ciclo menstrual, o el uso de medicamentos anticonceptivos.
·
Alimentación inadecuada, con exceso de hidratos de
carbono (azúcares).
Una gingivitis no tratada se extiende a los
tejidos más profundos de las encías, afectando al hueso. Entonces se habla de periodontitis
y grave riesgo de pérdida de piezas dentales.
La periodontitis (en general, una deficiente
salud bucodental) puede afectar al estado de salud general, además de
predisponer a padecer enfermedades más graves, tales como ataques cardíacos,
ictus y enfermedades pulmonares. Así mismo, se ha asociado una mala salud
bucodental de las mujeres embarazadas con partos prematuros y nacimientos a
término de niños con bajo peso.
La higiene dental se aprende desde la
infancia. Es fundamental visitar a su odontólogo al menos una vez al año, y
siempre que se presente algún signo o síntoma como los que se han escrito en
párrafos previos.
El patrón básico para la higiene dental
precisa un cepillo dental, una pasta dentífrica y un colutorio (preparado para
enjuagues bucales). Lo más correcto es realizar la limpieza dental (cepillado)
y bucal (colutorio) tras cualquier ingesta de alimentos. Pero, cuando ello no
es posible, al menos dos veces al día. Consulte en la Farmacia.
LA IMPORTANCIA DEL FLUOR EN LA DENTICIÓN
Consulte la página web: www.info-farmacia.com [Sección HISTORIA: Primera mención del flúor
para proteger la dentición].
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nuestra selección de colutorios en Farmacia Las Fuentes
(Orden alfabético)