Cocaína por armas en el oeste africano

COCAÍNA POR ARMAS EN EL OESTE DE ÁFRICA

La cocaína está siendo enviada desde Latinoamérica hasta países del oeste de África, con una creciente implantación de grupos terroristas, donde es intercambiada por armamento.

Procedente de Sudamérica, los cargamentos con cocaína se han detectado en varios países del África atlántica, donde es repartida a contrabandistas, quienes la llevan hacia el norte en pequeñas embarcaciones o por carretera. Por esta segunda ruta, los contrabandistas atraviesan regiones del desierto del Sahara, controlada por diversos grupos rebeldes, vinculados muchas veces con el islamismo radical y violento. Durante algún tiempo, el islamismo radical prosperó en Argelia; pero estos grupos se han extendido en otros países, tales como Mauritania, Malí y Níger.

Existen evidencias de un intercambio creciente de cocaína por armas entre las dos orillas del Atlántico.

Durante el último lustro (2005-2010), los traficantes latinoamericanos han estado usando los países pobres, políticamente inestables y, por ende, poco controlados, para introducir cocaína con destino a Europa. Hasta hace relativamente poco tiempo la cocaína viajaba en barcos, e incluso en aviones privados hasta dichos países, donde era distribuida entre contrabandistas, quienes pagaban al contado, y se ocupaban de transportarla hacia el norte, hasta llegar a Europa.

Parte del territorio de países del oeste africano forma parte del Sahara (Senegal, Malí, Níger), sus fronteras son prácticamente inexistentes y están habitadas por tuaregs, quienes mantienen luchas reivindicativas con sus lejanos gobiernos centrales. Se tiene constancia de colaboración entre los tuareg y los grupos islámicos de reciente implantación en estas regiones. Parte de sus actividades implican el secuestro de occidentales, no pocas veces con desenlaces fatales cuando sus exigencias no son satisfechas.

El pasado mes de diciembre (2008), tres hombres de unos 30 años fueron arrestados en Mali, acusados de pertenecer a Al Qaeda, y vinculados a un transporte de cocaína a través del Sahara, con el que conseguir financiación para sus actividades. Estos hechos aseveran la creciente certeza de vínculos entre grupos terroristas asentados en diversas regiones del Sahara y los grandes “capos” de la cocaína latinoamericana.

Pero hay más: África no es solo un lugar de paso; recientemente se ha desmantelado un almacén en la capital de Guinea, con los productos y los aparatos necesarios para la producción de drogas sintéticas derivados de la anfetamina, como el “éxtasis”.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico Especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza