Genocidio en Ruanda 1994: Sarkozy admite errores
GENOCIDIO DE RUANDA 1994: SARKOZY ADMITE ERRORES
El actual presidente de la república francesa, Nicolas Sarkozy realizó el pasado 26 de febrero (2010) una visita de tres horas a Kigali, capital de Ruanda. Allí pidió disculpas por los “graves errores de juicio” de Francia que, con su pasividad, no hizo nada para impedir el genocidio de 1994. La visita de Sarkozy fue tan breve como significativa: era la primera visita de un Primer Ministro francés a Ruanda desde las matanzas que siguieron al atentado en Kigali en el que fueron asesinados los presidentes de Ruanda y Burundi en 1994 cuando el avión en que regresaban fue derribado. El atentado fue atribuido a la minoría tutsi. Más de 800.000 personas (mayoritariamente tutsis, pero también hutus moderados) fueron asesinados. El papel desempeñado por las emisiones de Radio de las Mil Colinas, y por algunos miembros del clero, fue clave para entender la magnitud del genocidio. Hoy son los tutsis quienes tienen el poder en Ruanda, mientras muchos hutus, no todos involucrados en las matanzas, han huido a la República Democrática del Congo (antiguo Zaire), viviendo en campos de refugiados, desde donde han creado una guerra de maquis con el objetivo de recuperar el poder perdido.
“Queremos pasar página”, dijo Sarkozy, afirmando que su intención era “restablecer lazos de confianza mutua entre ambos países”. Paul Kagame, actual presidente de Ruanda, aun reconociendo el “difícil pasado”, espera “encontrar una nueva relación”.
Nicolas Sarkozy admitió que Francia y la comunidad internacional fueron incapaces de prever las dimensiones del genocidio; y, más tarde, mostraron una inaceptable pasividad.
Paul Kagame cuyas fuerzas rebeldes tutsis tomaron el poder en Ruanda en el año 1994, ha acusado a Francia de proporcionar armas y entrenamiento a los rebeldes hutus, quienes tenían el poder antes de 1994. Pero durante la visita de Sarkozy, Paul Kagame mantuvo una actitud conciliadora. Antes del encuentro, Sarkozy visitó el museo dedicado a recordar el genocidio.
Ruanda fue durante algún tiempo colonia alemana. En 1890, Alemania reclamó el territorio bajo su jurisdicción, situación que mantuvo hasta 1916 cuando, dentro del contexto de la 1ª Guerra Mundial, fue conquistada por las tropas belgas. Terminada la guerra, Ruanda-Urundi (así se denominaba) quedó bajo mandato belga, como fiduciario de la Sociedad de Naciones, hasta su independencia en 1962. La eterna animadversión, entre tutsis (descendientes de pastores) y hutus (fundamentalmente agricultores), trajo como consecuencia la división de Ruanda-Urundi en dos países: Ruanda (con mayoría hutu) y Burundi (con mayoría tutsi). Esta salomónica división no trajo la paz. Los tutsis se han considerado “intelectualmente superiores” a los hutus (agricultores que pagaban tributo por el uso de la tierra a los terratenientes tutsis).
Una gran parte de la población se expresa en francés. Sin embargo, Ruanda rompió relaciones diplomáticas con Francia en el año 2006 cuando un juez francés culpabilizó a Paul Kagame y varios colaboradores de derribar el avión en que viajaba el entonces presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana (de la etnia hutu), suceso que desencadenó el genocidio.
Para algunos ruandeses, la consecuencia más importante de la visita de Sarkozy será algo tan prosaico como la reapertura este año del Centro Cultural de Francia, cerrado y abandonado desde los tiempos posteriores al genocidio. Era un lugar donde se celebraban conciertos, había teatro; y además, se servía un estupendo café, según los habitantes de Kigali.
Además, Radio France International podría comenzar a emitir este mismo año. Existe gran interés por parte de Francia por no perder los vínculos culturales en Ruanda, sobre todo desde que, coincidiendo con la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países en 2006, Ruanda dejó de ser oficialmente francófona, instaurándose el inglés como idioma oficial; a la vez que pasó a ser miembro de la Commonweath.
Los dos países han reiniciado relaciones diplomáticas en noviembre de 2009. Nicolas Sarkozy invitó a Paul Kagame a la cumbre franco-africana que tendrá lugar en Niza en 2010.
Mientras algunos ruandeses han estado encantados con la visita de Sarkozy, otros consideran un desplante que la visita se limitase a tres horas, después de 16 años de ausencia, y con la terrible historia reciente todavía muy viva en el imaginario popular.
Francia se mantiene al margen de los conflictos entre Ruanda y Zaire, donde el ejército ruandés, de un lado persigue a guerrilleros hutus, mientras apoya a otros grupos rebeldes que se aprovechan, y extraen, en beneficio del gobierno ruandés, de la inmensa riqueza mineral de la región. Sarkozy ha prometido a Paul Kagame, “lesser fair” en estos asuntos.
Dr. José Manuel López Tricas
Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria
Zaragoza