Alcoholismo en el Outback australiano

ALCOHOLISMO ENTRE LOS ABORÍGENES DEL “OUTBACK” AUSTRALINO

El denominado “outback” australiano es una inmensa región, prácticamente despoblada, que se extiende por el centro desértico y noroeste semiárido. Toda esa región está envuelta por la fascinación de los lugares ignotos; y ha sido, y es, el territorio de los descendientes de los aborígenes australianos; así como de intrépidos y aventureros colonos europeos. Los primeros europeos llegados a Australia eran unos setecientos presidiarios que fueron desembarcados y abandonados en la bahía de Sydney hacia 1790. La dureza del clima, la falta de recursos hídricos y las enormes distancias, han añadido dificultades al crecimiento de las poblaciones. En el centro geográfico de Australia, se halla una pequeña ciudad de nombre tan bello como inhóspitos alrededores: Alice Spring (Fuentes de Alicia), que debe su existencia a la construcción del telégrafo entre Adelaida (al sur) y Darwin (en el norte tropical). Viajando durante horas de avión hacia el noroeste, se llega a Halls Creek, una zona semiárida con abundantes rebaños y poco quehacer. Esta pequeña ciudad ha sido la última, hasta ahora, que ha restringido la venta de alcohol, con la consecuencia de una drástica disminución de las reyertas nocturnas; y la consiguiente tranquilidad de médicos y policías. Esta medida, una nueva “ley seca” ha hecho que algunos se aventuren cientos de kilómetros de monótonas carreteras, solo rotas por algún baobab gigante o algún canguro atropellado, hasta ciudades donde la venta de alcohol continúa siendo legal.

Cuatro décadas después de que una Enmienda constitucional garantizara la igualdad de derechos para los aborígenes australianos, incluyendo el derecho al consumo de bebidas alcohólicas, un creciente número de ciudades y pequeñas comunidades del profundo “outback” están prohibiendo la venta de bebidas espirituosas. Muchos representantes de los aborígenes australianos consideran necesaria esta medida para revertir los efectos que el abuso del alcohol está teniendo en su comunidad: alcoholismo, violencia y abuso infantil.

Estas restricciones, asumidas por algunos representantes de los aborígenes, reflejan un endurecimiento hacia estas comunidades por parte del gobierno federal durante el último bienio. Una reciente normativa del gobierno federal, denominada “The Intervention” ha soliviantado a los aborígenes de más edad, quienes sufrieron directamente las consecuencias de las políticas de colonización anteriores a 1967. Hasta los primeros años de la década de 1960, los gobiernos australianos trataron de integrar a los aborígenes en la cultura de los colonos europeos que llegaban al país. En las formas más trágicas de la política de colonización, las autoridades políticas y eclesiásticas, retiraron la custodia a decenas de miles de niños aborígenes, muy a menudo de manera forzosa, para entregarlos a familias blancas o instituciones religiosas.

La igualdad legal para los indígenas australianos llegó en 1967; pero la autonomía de los “Nuevos Territorios”, gobernados desde entonces por las autoridades aborígenes, no se tradujo en una mejora de su nivel de vida. Las comunidades indígenas tuvieron acceso legal al consumo de bebidas alcohólicas, así como a subsidios que eran pagados quincenalmente. Sin embargo, los estándares de salud y educación han empeorado desde entonces. De hecho, la esperanza de vida es 17 años menor para los aborígenes en relación con el resto de la población australiana.

En el año 2007, el gobierno conservador del Primer Ministro John Howard, restringió la autonomía de los Territorios del Norte (uno de los estados federales); y el control de la producción de bebidas alcohólicas, así como el pago de los subsidios, pasó a control del gobierno federal. Esta política ha sido continuada por el actual gobierno liberal, presidido por el Primer Ministro Kevin Rudd.

En las regiones con mayor densidad de población indígena, como Kimberley, los beneficiarios de los subsidios sospechosos de desatención infantil, ven reducidos sus ingresos hasta en un 70%, porcentaje que se destina directamente a la compra de alimentos básicos, al pago del alquiler y otras necesidades primordiales. Esta es una estrategia para reducir la compra de alcohol.

Estas medidas han espoleado a los responsables indígenas para actuar por sí mismos. En este sentido, cuatro ciudades del interior australiano y varias comunidades menores han restringido o prohibido completamente la venta de alcohol; y otras cuatro ciudades han elaborado propuestas para su prohibición.

El hecho es que, incluso en ciudades cuya población es mayoritariamente aborigen, la mayoría de los trabajos en la Administración e incluso los negocios privados están en manos de descendientes de colonos europeos.

En poblaciones como Halls Creek (en el noroeste australiano) prácticamente la mitad de la población tiene graves problemas con el alcohol, según fuentes sanitarias locales. Muchas mujeres nacen con el síndrome de alcoholismo fetal; y, ya adultas, dan a luz niños con ese mismo síndrome.

El alcoholismo entre los aborígenes ha dado lugar, según su propia opinión, a una pérdida de orgullo como pueblo; además de desmoronar las estructuras familiares debido al creciente grado de violencia contra mujeres y niños.

En contra de estas políticas restrictivas de la venta de alcohol, se hallan algunos aborígenes que ven en esta prohibición una nueva forma de tutela por los descendientes de los colonos, si bien tras su actitud se esconde no pocas veces el hecho de ser productores y vendedores de bebidas alcohólicas. Y, naturalmente, existe el temor a las falsificaciones con metanol, que causan ceguera. No se debe olvidar que durante los años de la prohibición de fabricación y venta (no de consumo) en Estados Unidos, los casos de ceguera por mezcla con metanol fueron muy numerosos, siendo ésta una de las razones por la que se abolió la llamada “Ley Seca” en 1933.

Muy probablemente, estas medidas restrictivas son necesarias en el ámbito social, cultural y geográfico de estas inmensas, inhóspitas y despobladas regiones interiores de Australia.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza