Penicilina 1940

PENICILINA 1940

Alexander Fleming era ya un consumado biólogo, bastante antes del famoso descubrimiento de la penicilina; y su nombre apareció en The New York Times el 18 de mayo de 1922, siete años antes de las primeras noticias sobre el nuevo celebérrimo medicamento.

Fleming había descubierto que las lágrimas humanas tienen efecto antibacteriano, del cual es responsable una sustancia llamada lisozima. Hoy día se sabe que la lisozima es la enzima, N-acetilmuramida-glucan-hidrolasa, que destruye la pared celular de determinados tipos de bacterias.

Y fue en el año 1928, siete años después de que su nombre apareciera por primera vez en The New York Times, que, bien por experimentación pura, o por accidente (no hay, ni probablemente habrá nunca acuerdo sobre este punto) aisló un antibiótico en un hongo denominado Penicillium notatum. Llamó a la sustancia penicilina. Publicó su trabajo al año siguiente, 1929, en una revista ya desaparecida, British Journal of Experimental Pathology.

En octubre de 1940, 11 años después de la primera comunicación científica, el término penicilina apareció por primera vez en un periódico de divulgación general. Y lo hizo de un modo curioso: en un breve resumen de 230 palabras dentro de lo que hoy llamaríamos sección de salud del periódico, con el encabezamiento “Una nueva sulfamida”.

El 16 de mayo de 1941, ya en plena 2ª Guerra Mundial, un extenso artículo describía su primer uso en humanos. El encabezamiento del artículo titulaba: “Germicida gigante producido por un hongo”, seguido del subtítulo “Nueva droga no-tóxica: el más poderoso germicida jamás descubierto”.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza