George Mathè, pionero de los transplantes

OBITUARIO: GEORGES MATHÉ, PIONERO DE LOS TRANSPLATES

En los albores de la Era Nuclear existía la optimista opinión de que, si bien el “Genio Nuclear” podía matar, también podría salvar vidas.

A mediados de la década de 1950, los investigadores podían curar la leucemia en ratones mediante la destrucción de la médula ósea de sus huesos con dosis de radiación próximas a las dosis letales, rescatándolos a continuación mediante el transplante de médula ósea de ratones sanos.

La realización de experimentos de este tipo en humanos se enfrentaba a un temor que parecía infranqueable: que las dosis de radiación necesarias para destruir el cáncer pudieran matar al paciente. Y entonces surgió la noticia de que seis físicos habían enfermado como consecuencia de una exposición a la radiación durante el accidente de un reactor nuclear en Yugoslavia. Era el año 1958.

Uno de los seis físicos expuestos falleció tras recibir dosis letales de radiación; otro apenas se vio afectado. El Dr. Georges Mathè usó a los cuatro físicos restantes como cobayas en un experimento radical.

Georges Mathè les sometió a dosis de radiación cercanas a las dosis letales, inyectándoles a continuación médula ósea proveniente de donantes sanos. La médula ósea es un tejido esponjoso que se localiza dentro de los huesos. Este tejido contiene las células precursoras de las distintas estirpes de células hematopoyéticas. Era la primera vez que se llevó a cabo un transplante de médula ósea en humanos. Los cuatro físicos sometidos al transplante de médula ósea sobrevivieron.

En el año 1963, cuatro años después del experimento con los físicos, Georges Mathè, convulsionó a la clase médica mundial al anunciar que había logrado curar a un paciente con leucemia mediante el transplante de médula ósea.

Georges Mathè demostró que las células madre inyectadas no solo curaban el daño derivado de la radiación, sino también luchaban contra el cáncer. Las células del donante sano sustituían a las células del paciente que habían sido devastadas tras someter al enfermo a dosis casi temerarias de radiación. Pero en este proceder surgió un problema: las células del donante podían atacar a las células del receptor, y viceversa; y ello podía dar al traste con el éxito de la nueva técnica. La prevención y el control de estos ataques (rechazo) ha sido, y continúa siendo, el principal problema de los transplantes.

El primer paciente sometido a transplante de médula ósea falleció a los 20 meses de la intervención, aparentemente de encefalitis. Hubo opiniones discrepantes sobre si la operación del Dr. G. Mathè debía considerarse un éxito.

Brian Bolwell, responsable del departamento de hematología de la Cleveland Clinic, afirmó en una entrevista que el Dr. Mathè demostró que era posible la curación de la leucemia, hasta entonces incurable. Durante este proceder el Dr. Mathè desarrolló un importante concepto, la “inmunidad adaptativa”, para describir cómo el sistema inmune de una persona podía ser usado para combatir el cáncer y otras enfermedades.

Los trabajos de Georges Mathè supusieron un notable salto científico, según el Dr. Joseph H. Antin, responsable de transplantes en el Dana-Faber Cancer Institute, en Boston, Massachusetts. Muchos avances hoy día están vinculados a los trabajos del Dr. Mathè durante las décadas de 1950 y 1960.

El óbito de Georges Mathè, en Villejuif, en las afueras de París, fue anunciado por la Oficina del Presidente Nicolas Sarkozy.

E. Donnall Thomas llevó a cabo el primer transplante de médula ósea en Estados Unidos. Fue realizado en 1956 en un paciente con leucemia, usando médula ósea de su hermano gemelo. Durante años, solo los transplantes de médula ósea entre gemelos idénticos tenían éxito a largo plazo. Pasarían algunos años hasta que Donnall Thomas lograra llevar a cabo transplantes entre personas no gemelas univitelinas, tras realizar análisis de compatibilidad genética. E. Donnall Thomas fue galardonado en 1990 con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. En opinión de muchos expertos, el Dr. Mathè debió compartir el Premio con el Dr. Thomas.

Georges Mathè fundó las bases de la sofisticada inmunoterapia moderna, que procede extrayendo células pluripotenciales de la médula ósea de un donante sano, procesándolas en tubos de ensayo en el laboratorio, inyectándolas en un paciente genéticamente compatible para combatir procesos neoplásicos.

Georges Mathè nació un 9 de julio de 1922, en Nièvre, Francia. Obtuvo su licenciatura en medicina en la universidad de París. Participó en la Resistencia frente a la ocupación alemana durante la II Guerra Mundial, siendo arrestado y enviado a un campo de concentración en Polonia en un carro de ganado. Tal vez esta circunstancia le salvó la vida, pues la guerra terminó muy poco tiempo después de llegar al campo de concentración.

En el año 1951 trabajó durante 1 año en el Sloan-Kettering Institute, en Manhattan, donde manifestó su escepticismo frente a la excesiva dependencia de la quimioterapia. De regreso a Europa, fue director del Instituto de Hematología Gustave Roussy, en Villejuif, Francia, en 1961. Tres años más tarde (1964) fundó el Instituto del Cáncer e Inmunogenética, en París.

Así mismo, fue fundador y presidente del la European Organization for Research and Treatment of Cancer; presidente de la European Society for Medical Oncology; y miembro (fellow) de la Royal Society of Medicine de Londres; y de la New York Academy of Sciences.

Al comienzo de su carrera como médico, contrajo hepatitis B, permaneciendo durante 2 años ingresado en un hospital. En una entrevista a la revista New Scientist, afirmó que “la experiencia del sufrimiento es necesaria para ser verdadero médico”.

George Mathè falleció en 2010 a los 88 años de edad. Le sobreviven su esposa y una hija.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza