Futuro de las prácticas asépticas hospitalarias

FUTURO DE LAS PRÁCTICAS ASÉPTICAS HOSPITALARIAS

Un trabajador sanitario se lava las manos docenas de veces durante su jornada laboral, precisando no menos de 1 minuto con cada lavado, si éste se lleva a cabo correctamente. Además, los sistemas actuales no garantizan que la limpieza alcance determinados pliegues cutáneos, los bordes de las uñas, por ejemplo.

En el futuro, los trabajadores podrían colocar sus manos en una pequeña caja, donde son bañadas con plasma (el mismo tipo de gas luminoso que se halla en los anuncios luminosos de neón, y en los tubos de las pantallas del televisor). Este plasma está a temperatura y presión ambiente; y está diseñado para eliminar todo tipo de gérmenes, incluidos los problemáticos SAMR (Staphylococcus Aureus Meticilin-Resistentes).

La tecnología se está desarrollando en varios laboratorios. Gregor Morfill ha desarrollado varios prototipos usando la tecnología del Instituto Max Planck para Física Extraterrestre (Max Planck Institute for Extraterrestial Physics), en Garching, Alemania. Según sus palabras, el plasma inactiva rápidamente, tanto bacterias como virus y hongos.

El empleo de plasma para eliminar microorganismos no es nuevo. Durante las décadas pasadas se ha empleado para esterilizar instrumental médico. Pero su uso en tejido humano es un asunto de trascendencia.

La investigación en el campo del plasma con destino a la medicina ha crecido rápidamente en la primera década del siglo XXI. Hay unos 50 equipos de investigación en todo el mundo.

Se conocen casos aislados en los que se ha empleado plasma sobre heridas; e incluso para acelerar la velocidad de cicatrización en la curación de heridas. En los casos conocidos, el plasma parece ejercer efectos beneficiosos. Si este procedimiento de esterilización se llegase a imponer en la práctica médica diaria, no solo en la quirúrgica, los beneficios podrían ser muy importantes, sobre todo en la disminución de las infecciones nosocomiales (infecciones adquiridas dentro del centro hospitalario), que son especialmente resistentes a la mayoría de los antibióticos y quimioterápicos disponibles; y que, por esta razón, tienen un elevado índice de mortalidad.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza