China investiga el turismo de transplantes

CHINA INVESTIGA EL TURISMO DE TRASPLANTES

El gobierno de la República Popular China, confirmó el martes, 17 de febrero de 2009, a través de la página web del Ministerio de Salud, que se está investigando si 17 turistas japoneses han recibido transplantes renales y/o hepáticos en el país.

China prohibió la realización de transplantes en su territorio a ciudadanos de otros países el 1 de mayo de 2007. La razón argüida era que alrededor de un millón y medio de ciudadanos chinos se hallan en lista de espera. En la página web del Ministerio de Salud chino se indica, de modo coercitivo, que los hospitales y personal sanitario que transgredan la prohibición asumirán graves castigos. Y en China, todos saben qué se entiende por graves consecuencias. Además, el hecho de que hayan sido japoneses los beneficiados de los transplantes es un asunto especialmente sensible, dadas las siempre difíciles relaciones entre los dos países, con dos guerras en su historia reciente (1894-1895; y 1937-1945).

El asunto ha sido destapado por la agencia de noticias japonesa Kyodo, según la cual 17 turistas japoneses gastaron cada uno 87.000$ por las operaciones; incluyéndose en el precio, el viaje, alojamiento y veinte días de tratamiento en el hospital de Guangzhou, una ciudad situada en el sur de China.

A fin de soslayar la vigilancia de las autoridades, algunos de los pacientes japoneses, de entre 50 y 65 años de edad, ingresaron en el hospital con nombre chinos.

Los órganos transplantados provenían de las ejecuciones de prisioneros. China es el país donde más se aplica, oficialmente, la pena de muerte.

Según fuentes gubernamentales, el Estado usa los órganos de los prisioneros que, voluntariamente y por escrito, han decido donar sus órganos antes de su ejecución. No obstante, cuesta creer que personas que van a ser ejecutadas decidan voluntariamente ceder sus órganos a la sociedad que los ha condenado a muerte.

China es el segundo país del mundo en número de transplantes de órganos, solo superado por Estados Unidos.

La decisión gubernamental se fundamenta en la escasez de órganos y el gran número de ciudadanos (aproximadamente un millón y medio) que esperan, y desesperan, ser transplantados.

El viceministro de salud, Huang Jiefu, ejerció acciones penales contra tres hospitales chinos, por vender órganos a extranjeros. Estas revelaciones fueron realizadas durante una conferencia médica que tuvo lugar en Shanghai.

El diario británico The Independent, investigó un próspero comercio de órganos, especialmente para pacientes japoneses.

Con el fin de regular, en la medida de lo posible, esta situación, el gobierno chino ha decidido crear un registro para donantes y receptores de órganos.

Dr. José Manuel López Tricas

Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria

Zaragoza